Nos ocurren situaciones todos los días, muchas son agradables, otras no tanto y por otro lado muchas veces oyes algunas personas hablar de fortuna; es que yo siempre tengo mala suerte y solo son quejas y formas pesimistas de ver que todo lo que nos ocurre siempre es para mejor.
Ayer sentado en un restaurant bebía una copa de agua, y mientras esperaba para ser servido deleitaba mi mirada y pensamiento a un ejemplo que hoy expongo y podemos aplicar a nuestra vida como forma de madurar y avanzar.
La próxima vez que tengas una oportunidad de mirar un trozo de hielo observa lo que ocurre, muchos ya sabemos que ocurre pero en realidad pocos le hemos dado importancia a la lección. El hielo es simplemente agua expuesta a una temperatura extrema y bajo un periodo de tiempo.
Muchas personas se han convertido en hielo, muchos hemos atravesado situaciones difíciles en la vida, algunos desgracias, otros simplemente han tenido que enfrentar la vida con tesón y valentía; en fin es muy fácil comprender que estar expuesto a situaciones extremas no es nada fácil, podemos nombrar algunas de ellas: divorcios, secuestros, perdidas de familiares, accidentes, enfermedades, etc. existen miles de ejemplo para nombrar. La gran mayoría de personas que les ocurre esto llegan a un estado de lo que llamo “hielo”; usando el ejemplo divorcio, hemos oído infinitas veces personas que dicen “yo no me casaría otra vez”, lo que sucede es que esa circunstancia creo en ti un pedazo de hielo y prefieres no volver a pasar por allí.
El gran secreto de la vida no es convertirse en hielo, no podemos desconectarnos del universo, no podemos simplemente asumir que porque hayan ocurrido situaciones difíciles en nuestras vidas, muchas duras de superar, algunas casi imposible de tolerar seremos un HIELO y olvidar lo que realmente somos y a lo que venimos, reflexionar es algo que debemos hacer.
Ayer aprendí una lección que nos trae aquí nuevamente la naturaleza; no importa lo que le hagas a el agua ella volverá a convertirse en lo que definimos como agua. Entonces un trozo de hielo a pesar de haber sido expuesto a algo extremo, quizás doloroso, quizás traumático, etc., nos demuestra que ese hielo vuelve a convertirse en agua y olvida completamente que fue expuesto o trascendió algo que lo cambio, es posible que vuelva a convertirse en hielo, pero eso no impide que nuevamente será agua.
Somos como el agua, en realidad somos agua, más del 70% de lo que nos rodea es agua; mi petición es que te dejes derretir y no permitas que situaciones pasadas te mantengan como hielo, no permitas que los trágicos eventos pasados sean suficientemente importante para que no seas agua. Recuerda el hielo se rompe, el hielo hace daño, el hielo es frio, etc.
Mi mensaje para ti hoy es que no permitas que tu vida aunque haya sido hielo en algún momento o momentos te impida a que vuelvas a ser agua. Ayúdate y ayuda a otros a convertirlos en agua, donde el agua llega todos lugares y con todo lo que hace contacto lo beneficia.
Aprende a ser AGUA.
Voy de vuelta a mi fuente”. Creeré más en mí y en mi intuición y sé que muchos lo harán también, estamos despertando poco a poco y en todas partes del mundo, tú sabes quién eres y a quien me refiero.
Namasté.
Bellos pensamientos, me encantaron. Comprendo, que si nos quedamos duros como el hielo, nos perdemos de fluir como el agua en el río…
Que bueno es poder leerte…, casi no se encuentran palabras como las tuyas en la red y haberte encontrado es muy bueno.
Un abrazo!
agua, hielo, vapor, gotas, mar, océano, rio, todo se transforma!