la jaula

Una bella y sencilla reflexión.

El pájaro vuela en el aire, abre sus alas y sus plumas le permiten volar allí libremente hacia donde desea, hacia donde el viento lo lleva. En el mundo animal existen, pero son limites que son parte de lo que es la evolución del reino animal, anteriormente he comentado como es de fascinante el mundo natural con el mundo humano o mundo físico. Entre ellos la similitud es grandiosa y de allí tanta enseñanza.

Muchas veces las personas se preguntan que si no existieran libros o textos donde estudiar la raza humana seria menos educada; en lo particular considero que la educación de la raza humana viene principalmente del aprendizaje de la naturaleza, mirando alrededor de nuestra naturaleza logras ver tanta información gratis y llena de sabiduría la cual podemos aplicar a la vida cotidiana, el error que cometemos es vivir en un mundo físico y poco audible y perceptible hacia lo espiritual.

Cuando vemos un pájaro volar sentimos su fuerza, su belleza, su libertad; esto lo hace apasionado por ser libre por no sentir estar atado a presiones del exterior ni de ninguna forma que no sea perfecta. Solemos ver en algunos hogares jaulas con pájaros, hámsteres, perros, culebras, iguanas, sapos, tortugas, etc. El reino animal nos explica que debemos sentirnos libres y sin presiones u opresiones, esto limita nuestra capacidad de expansión y de crecimiento en todo aspecto de la raza.

Cuando encerramos un ave en una jaula, le privamos de lo que es, le prohibimos ser su esencia; lo comparo como entrar a una cárcel donde no tienes sino el derecho a estar allí, rodeado de limitaciones, condiciones, espacio y entre otras cosas que libran de ti tu capacidad de ser tu esencia o tu persona.

Hemos venido tal como la naturaleza a ser libres y expandir nuestra capacidad, nuestros anhelos, nuestras cualidades; vivir en una jaula es prohibir de ser libre y de la misma forma que muchos encierran a otros, ya sea su pareja, limitándola a que “sea” lo que esa otra persona desea que sea, a que cumpla con los deberes que a esa otra persona le satisface, que sea esa imagen de lo que quiera y desea que sea; lo hace todo desbalanceado. Un ave en una jaula es un ave privado der ser quien es, una persona es exactamente lo mismo, no podemos colocar limitaciones a beneficio de oportunismos o necesidades que de una u otra forma nos hacen felices.

La plena felicidad mora donde todo es sencillo, libre y puro, donde no existen cadenas, ni limitaciones, ni compromisos a ser otra persona que no solemos ser.

La naturaleza nos enseña que debemos ser libres; libres como las aves, como los arboles, como el agua, como el aire, como el día, como la noche, debemos ser libres e identificarnos con lo que significa ser libres, y simplemente lo defino como ser tu propia esencia, ser “fluir”, ser ligero, ser lo que son los niños espontáneos, sin compromisos o  imperfecciones. Un árbol no se acompleja si una rama esta doblada, una libélula no se compara con otra si ella no emite tal luz, un rio no deja de ser rio aunque su caudal disminuya. Pero todo esto es posible porque es “libre” sin limitaciones; el instante en que colocas limitaciones o bloqueas algo deja de ser puro; al agua estancada por agua que sea deja de ser pura, sin embargo si fluye se convierte en agua bebible. Una persona presionada o limitada a algo se convierte en una persona estancada una persona con limitaciones.

Hoy abre la jaula, libera tus animales, deja fluir y observa todo lo que regresa a ti es porque está en balance contigo, todo lo que se aleje de ti es porque nunca lo estuvo y debes permitir que eso llegue a su balance, a su flujo, a su libertad. Existen niños secuestrados, animales atrapados, parejas forzadas, matrimonios infelices, gobiernos torturando, países con pobreza; todo esto porque no quieres dejar o ceder la libertad que todos como especies de este Universo merecemos; el miedo te convierte en ser así, el miedo te tortura a que pienses que debes controlar. Tu ego es lo que te hace pensar asi, ser comandante, ser jefe; la realidad es que no debemos controlar nada, no debemos intentar cambiar el rumbo de nada, solo debemos dejar que exista el flujo. Todo lo natural es flujo, una especie aunque no la protejas o la cuides, se cuidara, una planta aunque no estés allí, dará frutos y crecerá, un animal aunque no le des alimento jamás morirá, El concepto esta en querer liberar y dejar ser libre a todo lo que te rodea.

Jesús nos dejo una gran enseñanza:  Todo me pertenece y nada es mío.

Todo absolutamente lo que nos rodea nos pertenece igual que nosotros pertenecemos a este espacio, nada es de nadie pero todo es nuestro; cuando entendemos que nada  jamás nos falta  y que nada es nuestro; todo comienza a fluir y entra en armonía.

Abre la puerta y deja que todo sea lo que debe ser.

 

libre

Voy de vuelta a mi fuente”. Creeré más en mí y en mi intuición y sé que muchos lo harán también, estamos despertando poco a poco y en todas partes del mundo, tú sabes quién eres y a quien me refiero.

Namasté.

2 comentarios en “la jaula

  1. Muy bello. Me quedo con lo del agua, que cuando no fluye y esta estancada, se descompone y hasta huele mal, y ese olor aleja a las personas, en cambio cuando dejamos fluir esa agua, cuando compartimos y no nos quedamos con lo que se nos ha dado, el agua es cristalina y siempre renovada.
    Saludos amigo

Deja un comentario