Ahora que tomo el café, observo como llueve, el olor, el frescor y la paz que trae la lluvia; ha llegado la época de ver todo verde. Una vez más me detengo y me dejo llevar por la sabiduría de la naturaleza y estando allí me llega un hermoso y significativo mensaje; como ya he comentado anteriormente todo lo que ocurre con la naturaleza es un claro ejemplo a lo que somos y como actuamos.
Al ver llover y dejar que algunas gotas llegaran a estar salpicándome descubrí que tan grande es la sabiduría y nuestra fuente, si tan solo oyéramos sus lecciones seriamos un especie más avanzada. ¿Has observado un día lluvioso? ¿Sientes la calma que trae consigo?
Hoy mientras llovía entendí que tal similitud tiene la lluvia con la meditación, cuando observaba el agua caer quede en un estado de “statu quo”, entre en una conexión con la sabiduría y recibí el mensaje sobre la meditación.
Cuando meditamos, entramos en un lugar de paz, de armonía, todo nuestro ser queda rodeado de energía y nos sentimos en calma y balance; la naturaleza no los demuestra con sus lluvias; todo queda rendido, todo se hace, todo es un solo, se convierte en UNIDAD, todo absolutamente queda cubierto por el agua, es Dios que llega a todos los rincones tocándonos, el agua purifica nuestro ser; la meditación hace lo mismo, nos purifica, nos limpia, nos llena de energía, la lluvia libera todo lo que hay en el ambiente, limpia las impurezas del aire y nos trae nuevas esperanzas, nos ofrece un nuevo instante para reflexionar, ¿has observado cuando llueve como que todo entra en estado de lentitud? Cuando meditas todo entra en un estado de lentitud, de paz, de tranquilidad. Dios nos regala lecciones con la naturaleza y nos indica que no debemos escarbar en lugares profundos, ni escondidos, ni esforzarnos, solo debemos observar y confiar que todo está en control de EL, de esa fuerza magna, de el universo, que esa fuente nos llena de cosas enormes y gratificantes y una de las formas más sencillas para nosotros poder llegar a percibir esto es simplemente “siendo”. Somos tan perfectos que hasta un ser sin educación puede sentir, puede entender que Dios te toca con sus lluvias, llega todos lugares y rincones, jamás se agotara, no necesitas ser profesional ni millonario; las grandezas de tu fuente llegan para todos y en todo momento.
Cuando medites próximamente, te invito a que recuerdes que tan afortunado eres de poder estar en contacto con la lluvia, esa pureza que llega a todos y para todos y existe y ha existido y existirá para siempre; medita y entra en calma, llega a lugares que tu mente quiera que conozcas, no frenes, no claudiques, permítete volar y ser libre y saltar de gota en gota y recorrer todos los rincones donde existe perfección. Hoy puedes hacer de un día lluvioso un día de armonía y paz y ayudar a muchos a entender que cuando llueve trae consigo un mensaje de esperanza y prosperidad, es una mano que baja del mas allá para decirte todo está en control.
¡Que llueva!
Voy de vuelta a mi fuente”. Creeré más en mí y en mi intuición y sé que muchos lo harán también, estamos despertando poco a poco y en todas partes del mundo, tú sabes quién eres y a quien me refiero.
Namasté.
Me gusta la lluvia que llega directamente al corazón, esa lluvia que reconforte, que refresca y trae nueva vida, es el rocío de Su amor llenando nuestras vidas.
Saludos 🙂
La lluvia limpia el ambiente, dejando los colores nítidos, radiantes… aclarando la vista.
Una vez llegue a un mirador después de haber escampado, y pude ver a la distancia montañas y edificaciones que son casi imposibles de ver debido a lo que llamamos smog. Esa vez me di cuenta de como la lluvia purifica la atmósfera… realmente impresionante.
Un abrazo.
Cuando era nina solia tener miedo de la lluvia, su conjunto de truenos y relampagos me alteraba…. Sin embargo, ahora siento que es senal de limpieza, de verdor y en la ciudad donde vivo clamamos por lluvia para que calme el polen en primavera…
Gracias por compartir tu escrito…. Simplemente, HERMOSO !!!!
quiero hacer una meditacionnnnnn yaaaaa!!