aquel día…


Me dedico a hacer la gente sonreír, a plasma en las personas gratas impresiones y hacer que permanezcan en ellos por largo tiempo. Dedicar tiempo a esto es algo que me agrada y me hace feliz a mi también, poder ver que entre dudas e indecisiones logro conseguir robar de estar personas ideas me hace sentir muy bien, no por robar como tal sino porque de alguna forma les clarifico y les identifico proyectando en mi mente sus deseos.

Quizás ahora que lees es muy posible que mi profesión te haya producido una inquietud, una sensación de que lo asemejas a algo gracioso o muy divertido, para mí lo es de cualquier forma que lo mire. No soy payaso ni doy discurso de monólogos, soy remodelador de casas; así me gusta titularme. Lograr crear en mi mente un proyecto y aun sin existir en papel próximamente quede tatuado en cada hogar que visito me hace muy feliz.

Al entrar a una casa mi mente se convierte en un largo y amplio lienzo donde comienzo a apuntar ideas y notas imaginarias haciendo ciertas preguntas a las personas que influirán en mi proyecto, por ejemplo: colores, materiales, texturas, ideas, etc. Luego comienzo a poner a mi mente a funcionar, toda la magia ocurre al poco rato de alejarme del proyecto; comienzan a llegar ideas y soluciones al problema. ¿Cuál es el problema? El problema es hacer de algo que no existe algo que existirá y cause una grata impresión y  un permanente recuerdo del momento. El poder ver las expresiones en las caras de estas personas es algo que no tiene precio, es algo que realmente vale oro.

Un día esta persona que tan feliz le hacía ver estos rostros felices se opaco, su vida se comenzó a llenar de situaciones y momentos que le causaban frustración, inquietudes; inclusive le comenzaron a desajustar parte de su vida. De pronto comenzó todo a nublarse, aun le encantaba ver rostros felices, su comportamiento era el mismo siempre pero dentro de su per exista esa inquietud de tantos problemas que su vida tenia, era un saco de plomo que por instantes lo desplomaba; cosas que comenzaban a tomar peso en su vida poco a poco y que por más que insistía en no dejarse doblegar era muy duro el no hacerlo. Logra ver cómo mientras sus proyectos eran tan exitosos su cuenta en el banco siempre estaba en rojo, él sabía que estaba haciendo algo bien logrando ver estas personas sumamente orgullosas y felices de sus logros y como plasmaba esas ideas que ellos eran turbias. Un día le llego a su mente una idea irónica, el trabaja duro sin tiempo para otra actividad, dedicaba altas horas a su pasión, era alguien con unos dones natos dados por la naturaleza, no existía nada que no pudiera recrear una vez que su imaginación lo creaba. Aquel día pensó y se dijo a sí mismo, trabajo tanto y nunca logra tener lo que deseo, al menos poder tener una vida tranquila y una estabilidad financiera; mientras veía que en casas realizaban costosas remodelaciones y veía como existía derroche y sin embargo a pesar de ser exitoso no lograba conseguir esa pieza mágica que le daría tranquilidad. Paso tiempo y de pronto un día se juntaron problemas de muchas clases: le habían dicho que tendría que mudarse con muy poco tiempo, además de eso, el tenia una hermosa hija que era una niña grandiosa, pero la madre le solía hacer el tiempo imposible, martirizaba a la bella niña creando en ella un rechazo de su padre; el por su lado deseaba enormemente poder dedicarle tiempo a su hija, pero por razones obvias existían gastos que cubrir, cuentas que pagar, problemas que resolver y aun así debía seguir buscando caras que tenía que hacer sonreír, ese dia otra noticia opaco su dia tenia cuentas que pagar, su esposa estaba en casa y el trabajando cuando de pronto se entero que no tenia dinero ni comida, asi mismo se hablo internamente y dijo, “Me van a botar de donde vivo, se me complica el poder compartir con mi hermosa hija por la distancia y el tiempo, además se que cada noche aunque sea un beso me espera al llegar, ¿pero porque no logro ofrecer a mi familia una normal donde no escasee nada de lo escencial?. Por instantes el hombre se preguntaba ¿Que hago sacrificando tanto por nada? Trabajo duro solo para conseguir una sonrisa y aun así no tengo ni para comer ni vivir; el sabia que sus precios eran razonables, también sabía que su trabajo era excepcional  y que sus clientes quedaban muy satisfechos pero aun así su cuenta en el banco siempre era predominante por el color rojo.

Sé que existen muchas personas que pueden identificarse con la historia, que de alguna manera pueden llevar el ejemplo a su caso en particular. Yo en mi caso sigo pensando que a pesar de no lograr ver el color azul en el banco, existe algo mucho más importante que es la satisfacción de poder ver a personas ajenas sonreír cuando logras algo que en su mente es solo un bosquejo.

 

Continuara…